«Donde florece la esperanza«
En el corazón del barrio, entre canchas de tierra y colores que vibran con la vida, las niñas, niños y jóvenes se reúnen bajo el cielo abierto para construir un futuro diferente. Esta imagen representa mucho más que un encuentro: es una declaración de resistencia, unión y sueños compartidos.

Cada rostro, cada movimiento, es una pincelada de esperanza en el mural de la vida comunitaria. El entorno con árboles que parecen susurrar cuentos antiguos, caminos que se elevan hacia mundos posibles y una luz que brota del alma del territorio nos recuerda que lo surreal es también lo real cuando la comunidad se convierte en protagonista.
Aquí, donde el arte, el deporte y la solidaridad se entrelazan, nacen las transformaciones verdaderas. Porque cuando nos unimos, creamos espacios donde la niñez puede jugar, crecer y soñar… sin miedo.